sábado, 2 de agosto de 2008

¿Difamación por dar un punto de vista meramente profesional?

El psicoanalista Fernando Alayza Mujica (licenciado en psicología clínica por la Pontificia Universidad Católica del Perú y miembro de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis, de la Federación Latinoamericana de Psicoanálisis y de la Asociación Psicoanalítica Internacional, con una trayectoria de 22 años ejerciendo la profesión) ha sido sentenciado por "difamar" a Panchito Tudela. Vale aclarar que Alayza Mujica siempre desmintió que se haya hecho pasar por psicoanalista de don Felipe Tudela y Barreda y que ese era un falso rumor "que Francisco Tudela ha ido regando por calles y plazas, y no es cierta".

¿Pero qué es lo que dijo Fernando Alayza? En la revista Caretas se entrevistó a Alayza sobre su caso el 5 de junio pasado. Respondió lo siguiente: Lo que dije –casi textualmente– fue que pretender privar de sus derechos civiles a una persona lúcida equivalía prácticamente a convertirlo en un “muerto en vida”. Y que ello ocultaba impulsos tanáticos, conformando una conducta parricida. Investigué antes de declarar... Mis declaraciones fueron las de un profesional en torno a un hecho público. Es una práctica común que no implica un diagnóstico... El 30 se pronunció la Sociedad Peruana de Psicoanálisis reafirmando el carácter psicoanalítico de los términos que utilicé, así como la naturaleza pública de los hechos sobre los que he opinado. No he sido infidente contando alguna consulta privada. Estamos hablando en realidad de libertad de expresión.

Al respecto, el reconocido psicoanalista Jorge Bruce escribió en su columna del diario Peru21 lo siguiente: Por duros y discutibles que puedan sonar los términos de mi colega, no son más que el traslado a un medio de masas de conceptos de uso cotidiano en el psicoanálisis. Freud tendría que haber sido condenado a pagar sumas inconmensurables por afirmar que todos los hombres -Alayza, Tudela, el Papa, el Dalai Lama y quien esto firma incluidos- queremos matar a nuestro padre y, acaso más "difamatorio" aún, hacer el amor con nuestra madre. La universalidad del complejo de Edipo es, sin embargo, una de las grandes conquistas del saber contemporáneo. El punto es que tanto el incesto como el parricidio son deseos inconscientes, de los cuales solo podemos dar cuenta mediante metáforas, como la consabida expresión "matar al padre".

Sobre el mismo tema, Víctor J. Krebs escribió en la República: Pero hay una diferencia inmediata entre afirmar que Francisco Tudela tuvo la intención de matar al padre y señalar, por el otro lado, impulsos inconscientes tanáticos en su comportamiento. Es la misma diferencia que existe entre decir que una persona es de moral dudosa y, por el otro lado, decir que su indiferencia hacia la ley muestra una estructura psíquica psicopática de tales y cuales características, etc. La primera afirma un hecho que puede o no ser verdadero, mientras que la segunda no afirma ningún hecho sino que los describe desde una perspectiva psicoanalítica y profesional. El psicoanalista no expresa un hecho sino que ofrece un diagnóstico, por lo que no tiene sentido hablar de difamación.

A continuación la nota aparecida en un diario local y las declaraciones del desempleado Panchito Tudela.

POR DIFAMACION
Sentencian a psicoanalista Alayza Mujica
(Tomado del diario Ojo)

El Trigésimo Sexto Juzgado Penal de Lima sentenció a un año de prisión condicional y al pago de 10 mil nuevos soles de reparación civil al psicoanalista Fernando Alayza Mujica, quien fue acusado por difamar publicamente al ex canciller de la República, Francisco Tudela Van Breugel.

El origen de esta querella fueron las declaraciones que formuló el galeno respecto a un supuesto motivo “tanático” de la demanda de interdicción presentada por los hermanos Tudela Van Bruegel-Douglas, para custodiar los bienes patrimoniales de su padre, don Felipe Tudela y Barreda, por presunta incapacidad física.

La condena dictada por el Poder Judicial determinó que Fernando Alayza sí calumnió a los denunciantes y los denigró públicamente. Ante ello, se le condicionó a reportarse al juzgado cada mes para dar cuenta de sus actividades, no concurrir a lugares de dudosa reputación, no cambiar el lugar de su residencia sin avisarle al juez y no difamar nuevamente.

De infringir estas condiciones, la pena se transformaría en carcelería efectiva. El ex Canciller se declaró plenamente satisfecho con la condena y se desistió de apelar.

Puede ver las declaraciones de Francisco Tudela sobre el tema en http://agenciaperu.tv/index.php?viewkey=7ded579d01abe8fdb611&category=&section=12